¿Se puede prevenir una isquemia cerebral?

¿Se puede prevenir una isquemia cerebral?

Un accidente isquémico transitorio o isquemia cerebral es un evento vascular cerebral en el cual se reduce o se detiene el flujo sanguíneo en alguna región específica del cerebro durante un periodo de tiempo, generalmente breve, conducente a un stress celular que lleva al malfuncionamiento temporal de las neuronas en la zona afectada.

Diferencias entre una isquemia cerebral y un accidente cerebrovascular

A diferencia de un accidente cerebrovascular, los síntomas de un mini ictus -como también se le denomina a la isquemia cerebral transitoria- suelen durar de una a dos horas, y sus efectos inmediatos nunca sobrepasan las 24 horas de duración.

La isquemia cerebral transitoria puede deberse a múltiples causas, desde orígenes genético- hereditarios, causas subyacentes al estilo de vida, hasta a aquellas derivadas de lesiones previas -permanentes o transitorias, como consecuencia del padecimiento de alguna enfermedad.

Un accidente isquémico transitorio es diferente de un accidente cerebrovascular, pues, después de la isquemia cerebral transitoria el bloqueo en el flujo sanguíneo se disuelve y revierte de forma rápida, no produciéndose la muerte de las neuronas en la zona no irrigada. Por el contrario, en un ictus -trombótico o por derrame- el flujo de sangre se interrumpe totalmente, generando la muerte neuronal en la zona afectada, con secuelas prolongadas, y a veces, profundas y permanentes. Un hecho importante a tomar en cuenta, es que la isquemia cerebral transitoria hace mas propensa a la persona a sufrir posteriormente un accidente cerebrovascular.

A continuación, revisaremos esas causas que llevan a la isquemia cerebral transitoria y las recomendaciones médicas para prevenirla.

Causas de la isquemia cerebral transitoria

La interrupción del flujo sanguíneo en el cerebro puede deberse a:

  • Formación de un coágulo sanguíneo en una arteria cerebral.
  • Formación de un coágulo en otra región del cuerpo, frecuentemente en el corazón, que viaja por el torrente sanguíneo, siendo retenido en un vaso sanguíneo cerebral.
  • Evento previo de accidente cerebrovascular.
  • Lesiones en arterias y vasos sanguíneos.
  • Trastornos de obstrucción de la carótida.
  • Arterioesclerosis; especialmente en la zona cuyo flujo conduzca al cerebro.
  • Eventos de fibrilación auricular.
  • Insuficiencias o defectos cardíacos, y miocarditis.
  • Enfermedad arterial periférica.
¿Se puede prevenir una isquemia cerebral?

Previniendo la isquemia cerebral transitoria

La probabilidad de sufrir una isquemia cerebral transitoria puede reducirse drásticamente acatando ciertos cambios importantes de estilo de vida. Algunas de estas condiciones pueden acompañarse de tratamientos con fármacos para controlar los desórdenes y lesiones cardiovasculares, sobre todo, la hipertensión e hipercolesterolemia.

Entre las recomendaciones a seguir, a modo de prevención, se encuentran:

  • Evitar la obesidad, manteniendo índices de masa corporal en valores máximos de 25.
  • Control de la hipertensión, ya que los valores por encima de 140/90 aumentan cinco veces las posibilidades de sufrir un evento isquémico cerebral.
  • Control de la hipercolesterolemia, haciendo uso de estatinas y otros recursos terapéuticos, como una dieta balanceada y con contenido adecuado de fibra dietaria.
  • Ejercicio físico frecuente, que protege y refuerza el sistema cardiovascular y su irrigación cerebral. Se recomienda desarrollar actividades físicas diarias durante un mínimo de 25 minutos, de forma moderada.
  • Control y prevención de la diabetes, que se logra a través del mantenimiento del peso corporal adecuado y consumo equilibrado de carbohidratos, sobre todo azúcares y harinas refinadas relacionadas con dulces, golosinas y refrescos.
  • Control del tabaquismo. El hábito de fumar multiplica muchas enormemente el riesgo de sufrir desórdenes vasculares y cerebrales.
  • Consumo moderado de alcohol. Al igual que el tabaco, el alcohol en exceso multiplica grandemente las posibilidades de daño en el sistema cardiovascular y la correcta irrigación y oxigenación del cerebro.
  • Control del uso de anticonceptivos hormonales, pues hay combinaciones que hacen a las mujeres mas propensas a formar coágulos sanguíneos, que eventualmente pueden viajar al cerebro y originar una isquemia cerebral transitoria. Su uso debe estar supervisado médicamente, sobre todo en mayores de 30 años, fumadoras, y en quienes presentan sobrepeso u obesidad.
  • Consumir una taza de café, o cuatro de té verde al día; mejor aún si se combinan ambas.

Síntomas de isquemia cerebral transitoria

Las señales físicas de un evento isquémico transitorio se inician y avanzan rápidamente, duran cortos períodos de tiempo -entre 1 a 2 horas- y sus efectos desaparecen en menos de 24 horas, pudiendo volver a repetirse poco tiempo después, en algunas ocasiones.

La isquemia cerebral transitoria puede conducir a un evento posterior de ictus isquémico, por lo que hay que atender su evolución y acudir rápidamente a la atención medica primaria.

Los síntomas que indican el desarrollo de una isquemia cerebral transitoria son similares a los del accidente cerebrovascular; entre ellos están:

  • Modificación del estado de lucidez mental, comenzando con un estado de confusión, mareo, y pudiendo llegar a la somnolencia o hasta el desmayo.
  • Cambios en la percepción sensorial, como pérdida de agudeza visual, restricciones de audición, o falta de sensibilidad en olfato, gusto y tacto.
  • Cambios en la agudeza mental, tales como confusión mental momentánea, dificultad para expresarse o entender lo que dicen los demás, dificultad para leer y escribir, y pérdida transitoria de memoria.
  • Alteraciones musculares, en la coordinación y sentido del equilibrio, que conllevan a dificultad para caminar, erguirse, tragar, o incluso pérdida del control de esfínteres, y también debilidad o falta de fuerza para desarrollar acciones físicas.
  • Fallas de circulación y respuesta nerviosa, que se reflejan en entumecimiento de los miembros u otras partes del cuerpo, y sensación de hormigueo en la piel. Esto incluye, a veces, la imposibilidad de sacar la lengua, o que esta y la boca se muestren torcidas, por lo que no se logra hablar con claridad, beber o sonreír.
  • Dolor de cabeza súbito e intenso, sobre todo si es muy localizado.

Factores de riesgo a tener en cuenta

  • Antecedentes familiares de accidente cerebrovascular.
  • Niveles altos de homocisteína sanguínea.
  • Hipertensión.
  • Hipercolesterolemia.
  • Diabetes.
  • Sobrepeso y obesidad.
  • Ser hombre, pues son más propensos a estos eventos; y ser mujer, pues sus efectos son más nocivos.
  • Edad mayor a 55 años.
  • Tabaquismo.
  • Consumo no moderado de alcohol.
  • Consumo de drogas ilícitas.
  • Uso de anticonceptivos hormonales.
  • Origen étnico; los afroamericanos, indígenas americanos, mexicanos, hawaianos y algunos otros grupos asiáticos muestran mayor índice de riesgo de padecer una isquemia cerebral transitoria.

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