Neutrófilos bajos

Neutrófilos bajos: síntomas, causas y tratamiento

Cuando nuestro cuerpo está combatiendo virus y bacterias infecciosas, los glóbulos blancos entran en acción y permiten ganar la lucha con el intruso. Dentro de los diferentes tipos de glóbulos blancos, se encuentran los neutrófilos, células con una función importante en el cuerpo.

¿Qué son los neutrófilos?

Son conocidos como un tipo común de leucocito en el cuerpo humano. Son producidos en la médula ósea hasta consolidarse y trasladarse al torrente sanguíneo. Su vida útil dura de 3 a 4 días.

Sus funciones

Estos leucocitos son como ese primer grupo de soldados preparados para combatir al virus enemigo en el campo de batalla. La mayor diferenciación que podemos encontrar de este tipo de glóbulo blanco es que se trasladan del torrente sanguíneo hacia el tejido blando u órgano atacado por la bacteria o agente infeccioso.

Es decir, los neutrófilos son una parte esencial para mantener el sistema inmunológico saludable en las personas.

¿Qué significa tener los neutrófilos bajos?

Cuando los neutrófilos están bajos se le conoce como neutropenia. Para diagnosticar que los neutrófilos están bajos, primero se debe realizar un examen de sangre. Si los resultados arrojan un número por debajo del promedio, quiere decir que tenemos el sistema inmunológico indefenso y que no estaremos en las condiciones para enfrentar una infección o cualquier otro daño ocasionado por virus. 

Neutropenia

Los niveles normales de neutrófilos en sangre se encuentran entre 2000 y 7000 por milímetro cúbico de sangre. Para decir que tenemos los neutrófilos bajos el análisis debe dar 1000 o menos neutrófilos por milímetro cúbico de sangre.

Síntomas

En vista de que la presencia de un número bajo refleja un sistema inmunológico indefenso, los síntomas que manifestamos están relacionados directamente con las condiciones de la infección original. 

Causas

Una de las causas de la neutropenia es la deficiencia propia de nuestro cuerpo, que no es capaz de producir los neutrófilos necesarios para levantar el sistema inmunológico. Esto puede ocurrir de forma congénita, y en vista de que los estos leucocitos son producidos desde la médula ósea, la leucemia puede ser otra causa de la neutropenia.

Por otro lado, la causa más común es el ataque de una bacteria infecciosa, como por ejemplo, la tuberculosis o la malaria. Debemos tomar en consideración que existen otras causas menos frecuentes para los neutrófilos bajos como:

  • Medicamentos que debilitan la médula ósea
  • Tratamientos químicos como la quimioterapia que descontrolan el sistema inmunológico

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento para contrarrestar un bajo nivel de estos leucocitos es subiendo su producción en el organismo. Para casos leves como una infección micótica, el tratamiento consta de:

  • Antibióticos
  • Corticosteroides

Para los pacientes que presentan enfermedades autoinmunes:

  • Inyecciones intravenosas

No olvidemos que los neutrófilos bajos exponen al cuerpo a otras infecciones y ataques por virus, es por ello que es necesario aumentar nuestros cuidados de higiene personal cuando se padece de neutropenia y, si es posible, evitar el contacto íntimo con otras personas. Así reducimos complicaciones con la neutropenia.

En el caso de pacientes con cáncer, que están en el proceso de quimioterapia, recordemos que este tratamiento es muy agresivo, afectando a la médula ósea, y en consecuencia, los glóbulos blancos estarán en menor cantidad por todo el organismo. Los medicamentos, bajo las instrucciones de un médico, utilizados para subir los niveles bajos de neutrófilos son el Neulasta, el Prokine, Neupogen y el Leukine.

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