Mitos del Coronavirus

Sí, es peor que la gripe: acabar con los mitos del coronavirus

La verdad sobre el coronavirus, el valor protector de las máscaras faciales y lo fácil que es contagiarse del Covid-19.

Mito: “No es más peligroso que la gripe invernal”

Muchas personas que contraen coronavirus no experimentan nada peor que los síntomas de la gripe estacional, pero el perfil general de la enfermedad, incluida su tasa de mortalidad, parece más grave. Al comienzo de un brote, la tasa aparente de mortalidad puede ser una sobreestimación si se pierden muchos casos leves. Pero esta semana, un experto de la OMS sugirió que este no ha sido el caso con Covid-19. Bruce Aylward, quien dirigió una misión internacional a China para conocer el virus y la respuesta del país, dijo que la evidencia no sugiere que solo estábamos viendo la punta del iceberg. Si se confirma con más pruebas, esto podría significar que las estimaciones actuales de una tasa de mortalidad de aproximadamente 1% son precisas. Esto haría que Covid-19 sea aproximadamente 10 veces más mortal que la gripe estacional, que se estima que mata entre 290,000 y 650,000 personas al año en todo el mundo.

Mito: “Solo mata a los ancianos, por lo que las personas más jóvenes pueden relajarse”

La mayoría de las personas que no son de edad avanzada y no tienen afecciones de salud subyacentes no se enfermarán gravemente con Covid-19. Pero la enfermedad todavía tiene una mayor probabilidad de provocar síntomas respiratorios graves que la gripe estacional y hay otros grupos en riesgo: los trabajadores de la salud, por ejemplo, son más vulnerables porque es probable que tengan una mayor exposición al virus.

Las acciones que toman las personas jóvenes y saludables, incluidos los síntomas y las instrucciones de cuarentena, tendrán un papel importante en la protección de los más vulnerables en la sociedad y en la configuración de la trayectoria general del brote.

Mito: ‘Las mascarillas no funcionan’

El uso de una máscara facial ciertamente no es una garantía de hierro de que no se enfermará; los virus también pueden transmitirse a través de los ojos y pequeñas partículas virales, conocidas como aerosoles, pueden penetrar las máscaras. Sin embargo, las máscaras son efectivas para capturar gotas, que es una ruta principal de transmisión del coronavirus, y algunos estudios han estimado una protección de aproximadamente cinco veces versus ninguna barrera sola (aunque otros han encontrado niveles más bajos de efectividad).

Si es probable que esté en contacto cercano con alguien infectado, una máscara reduce la posibilidad de que la enfermedad se transmita. Si presenta síntomas de coronavirus o ha sido diagnosticado, usar una máscara también puede proteger a los demás. Por lo tanto, las máscaras son cruciales para los trabajadores de salud y asistencia social que atienden a los pacientes y también se recomiendan para los miembros de la familia que necesitan cuidar a alguien que está enfermo; idealmente, tanto el paciente como el cuidador deben tener una máscara.

Sin embargo, las máscaras probablemente harán poca diferencia si solo está caminando por la ciudad o tomando un autobús, por lo que no es necesario comprar a granel un gran suministro.

Mito: “Debe estar con una persona infectada durante 10 minutos”

Para la gripe, algunas pautas del hospital definen la exposición como estar dentro de los seis pies de una persona infectada que estornuda o tose durante 10 minutos o más. Sin embargo, es posible infectarse con interacciones más cortas o incluso al recoger el virus de superficies contaminadas, aunque se cree que esta es una ruta de transmisión menos común.

Mito: “Una vacuna podría estar lista en unos meses”

Los científicos salieron rápidamente de las puertas al comenzar el desarrollo de una vacuna para el nuevo coronavirus, ayudado por la pronta liberación de la secuencia genética por parte de investigadores chinos. El desarrollo de una vacuna viable continúa a buen ritmo, con varios equipos que ahora prueban candidatos en experimentos con animales. Sin embargo, los ensayos incrementales requeridos antes de que se pueda implementar una vacuna comercial siguen siendo una tarea larga, y una tarea esencial para garantizar que se detecten incluso los efectos secundarios raros. Una vacuna disponible comercialmente dentro de un año sería rápida.

Mito: “Si se declara una pandemia, no hay nada más que podamos hacer para detener la propagación”

Una pandemia se define como la propagación mundial de una nueva enfermedad, pero el umbral exacto para declarar una es bastante vago. En la práctica, las acciones que se toman no cambiarían si se declara o no una pandemia. Las medidas de contención no consisten simplemente en eliminar la enfermedad por completo. Retrasar la aparición de un brote o disminuir el pico es crucial para permitir que los sistemas de salud hagan frente a una afluencia repentina de pacientes.

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