Si bien es cierto que para adelgazar debemos seguir una dieta saludable y tener actividad física, hay que tener claro que bajar de peso en poco tiempo no significa tener resultados acelerados a muy corto plazo, por el contrario, esto podría desencadenar en un efecto rebote indeseado. Debemos cambiar hábitos y optar por dietas personalizadas que nos permitan tener salud corporal y gozar de una vida sana. De lo contrario, perder peso en corto tiempo de forma drástica puede tener efectos nocivos para la salud.
Así pues, podemos hacer dietas para adelgazar 10 kilos de forma sana y sencilla, o someternos a planes para perder 15 o 20 kilos siguiendo una alimentación saludable, incorporando rutinas de ejercicios y cambiando prácticas inadecuadas por hábitos saludables de por vida. También podemos incluir algunos tips para que el proceso sea más alentador, sin perder de vista nuestros objetivos y entendiendo que adelgazar es un proceso que requiere de tiempo, dedicación, disciplina, perseverancia y mucha paciencia.
En este artículo te contamos sobre 9 trucos infalibles para perder peso en poco tiempo de forma sana.
Contenido
9 trucos infalibles para perder peso en poco tiempo
Se ha estimado que de 500g a 1 kg es el peso promedio semanal que se pierde cuando se sigue un plan para adelgazar sin poner en riesgo nuestra salud y bienestar.
Existen decenas de dietas que prometen la ansiada pérdida de peso en poco tiempo, sin embargo, muy pocas han demostrado ser realmente eficaces. Adelgazar es un proceso que merece su tiempo y espacio, es un acto de amor hacia ti mismo. Aquí te damos algunos trucos que refuerzan el efecto de la dieta, ayudan en el proceso y hacen que los resultados perduren en el tiempo. ¿Quieres saber cuáles son estos trucos? ¡Continúa leyendo!
1. Come más sanamente
Uno de los trucos para adelgazar es acelerar el metabolismo y evitar el modo restrictivo ya que, en la medida en que el organismo se prive más de los alimentos, mayor retención habrá. Lo más recomendable es hacer 5 comidas al día iniciando con un desayuno completo, a media mañana una merienda, luego una comida inteligente (considerando, el nivel de actividad física que desempeñas), más tarde un tentempiés y al final, una cena ligera. También es importante que controles las raciones, recuerda que cada digestión gasta energía y tu cuerpo comenzará a quemar más calorías.
Otro aspecto importante es no saltarte las comidas, si lo haces, vas a ralentizar el metabolismo y potenciarás el efecto rebote. Tu cuerpo va a ir acumulando el hambre y la necesidad de comer irá aumentando, además pones en riesgo tu salud.
2. Toma un buen desayuno
Aunque parezca trillado, no es capricho que la mayoría de los estudios y expertos en nutrición coincidamos en la necesidad de desayunar bien. La primera comida del día es muy importante ya que, es la que proporciona la energía necesaria para activarte por dentro y por fuera. Un buen desayuno debe incluir carbohidratos saludables (cereales integrales, pan integral, sin azúcar ni grasas añadidas), fruta fresca o zumo natural, un lácteo vegetal o desnatado, café o té verde, proteínas saludables (jamón ibérico, huevo, pavo), y si te apetece algo dulce, puedes optar por mermelada sin azúcar añadido.
3. No suprimas los hidratos de carbono
Los carbohidratos de rápida digestión son los hidratos de carbono que debemos evitar en nuestro menú semanal. En la primera comida del día (el desayuno) y el medio día hay que incluir carbohidratos de lenta absorción como el pan, el arroz y la pasta integral, sobre todo, si más tarde vas a hacer ejercicios. Toma legumbres por lo menos tres veces a la semana, además de su poder saciante, su fibra es fantástica para los intestinos. Los hidratos integrales son los más recomendados ya que no producen picos de insulina y no se acumulan en forma de grasa como lo hacen los carbohidratos refinados.
4. Regula el consumo de dulces y deja de comprarlos
Es posible que en ocasiones te vengan unas ganas irresistibles de llevarte algo dulce a la boca. Cuando esto te ocurra procura un dulce casero, una tortita de arroz inflado, una onza de chocolate negro, un par de galletas integrales o una pieza de fruta. Aunque, lo más recomendable es que, en lugar de comer algo dulce, tomes algo salado que sea nutritivo y que sacie tu antojo. Un puñadito de frutos secos o una tortilla francesa son opciones saludables de menos calorías que te saciarán el apetito.
Otra forma de regular el consumo de dulces es evitar comprar chucherías, porque cuando sabemos que disponemos de dulces en la despensa, es seguro recurrir a ellos. En la medida en que nos deshagamos de estos hábitos, estaremos más propensos a cambiar, y nuestro proceso de adelgazamiento será más sencillo.
5. El Cómo y el cuando
Muchas veces no son los alimentos en sí los que engordan, sino la forma y el momento en el que se consumen. En este caso tenemos tres cosas que decirte:
- Evita comer carbohidratos por la noche, inclúyelos en el desayuno y en la comida de medio día.
- Haz una cena ligera antes de las 6:00 pm y evita comer luego de cenar. Convierte esto en un hábito, comenzarás a ver cambios en poco tiempo.
- Incorpora en tu cena proteínas, sobre todo luego de hacer ejercicios.
Además es importante la forma en cómo combinas los alimentos. Es por ello que debes prestar atención a los alimentos de los diferentes grupos e incluirlos en las comidas principales, cuidando las raciones y la forma de cocinarlos. Cocinar al vapor, al horno o a la plancha son las mejores opciones de cocción cuando se quiere llevar una alimentación saludable y bajar de peso.
6. Cocina tus alimentos
Uno de los hábitos al que debemos recurrir cuando queremos bajar de peso de forma rápida es al de cocinar nuestros propios alimentos. Es importante aprender a hacer el mercado de los alimentos que vamos a cocinar, evaluando su valor nutritivo, su frescura y su calidad. Comprar solo los ingredientes que necesitamos para preparar comidas sanas, libres de azúcares refinados y de bajo contenido calórico.
Cuando se cocinan los alimentos se tiene el control sobre las cantidades, el tipo de ingredientes y la forma de prepararlos. Si bien, para algunos puede resultar una tarea complicada, existen opciones saludables muy sencillas con las que se pueden resolver muchas comidas. Además, puede que la tarea de cocinar te resulte relajante y emocionante. Aprenderás que la salud es invaluable y, cuando se trata de llevar una vida sana, alimentarse conscientemente es prioridad.
7. Incorpora frutas y verduras de forma regular en tu alimentación
Si hay algo que no se puede dejar de incorporar en una dieta para adelgazar son las frutas y las verduras. Las frutas son una fuente rica de vitaminas, minerales, fibra y agua; ingredientes ideales para eliminar toxinas y acelerar el metabolismo. Debido a su gran poder saciante y a su bajo contenido calórico, comer piezas de fruta fresca es una de las opciones más recomendables para picar entre horas. Frutas como manzanas, kiwi, fresas, pomelo son frutas que además de mejorar la digestión, ayudan a depurar el organismo y evitan la retención de líquidos.
Al igual que frutas, incluir vegetales en la dieta es genial, incluso hasta para merendar. Y, si comes tus vegetales crudos o al vapor se aprovechan las propiedades al máximo sin temor a engordar. La mejor manera de añadir vegetales en tu menú semanal es preparando ricas y variadas ensaladas con un toque de aceite de oliva y una pizca de sal.
8. Mantente en actividad
Como te hemos dicho siempre, el ejercicio es un gran aliado del adelgazamiento. Pero, para estar en buena forma no basta solo practicar un deporte e ir al gimnasio, es necesario que te mantengas en actividad en tu día a día. Por ejemplo, subir y bajar escaleras en lugar de usar el elevador, caminar cuando los trayectos sean relativamente cortos en lugar de salir en coche, dar un paseo luego de comer, andar en bicicleta…todo suma, y al final, resta calorías.
9. Toma mucha agua y líquidos que ayuden a adelgazar
Por último y no menos importante, mantente hidratado y toma por lo menos de 1.5 a 2 litros de agua al día. El agua es saciante, el cuerpo necesita mantenerse hidratado y te ayuda a combatir la retención de líquidos. Adicionalmente, puedes optar por infusiones como té verde. También puedes tomar agua con limón, esta es una excelente herramienta para adelgazar, ya que contiene pocas calorías, es fuente de fibras y ayuda a deshinchar. Esta bebida también favorece la limpieza del paladar y reduce la apetencia de comer alimentos dulces.