Los lunares rojos en la piel son también denominados por los dermatólogos como nevus rufus o nevus rubí, y son pequeñas manchas de sangre que en algunas ocasiones sobresalen de la piel y se sienten al tacto.
Por otra parte están los pequeños puntos rojos conocidos como puntitos rubí, que no tienen ninguna relación con los lunares a los que nos referimos, pero que despiertan sospecha y la misma preocupación que los lunares rojos en la piel.
Estos puntitos son dilataciones capilares, manchas pequeñitas vasculares que también sobresalen de la piel, pero que en este caso se trata de acumulación del pigmento de la piel. Es decir, melanina.
En este apartado nos ocuparemos de los lunares rojos en la piel que, aunque también aparecen de la nada, no son dolorosos pero sí antiestéticos. Suelen estar mayormente en el pecho, el cuello, los brazos y las piernas y, en muchos casos, también en las manos y los pies o en aquellas zonas del cuerpo que por lo general están expuestas al sol.
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¿Por qué salen los lunares rojos en la piel?
La aparición de lunares rojos en la piel, también denominados angiomas, puede tener varios orígenes:
- Sobreexposición al sol
- Mala alimentación
- Bajo consumo de agua
- Envejecimiento
- Exceso de toxinas en el hígado, sangre, intestinos y páncreas
- Piel excesivamente blanca y delicada
Se trata de que cualquiera de esas causas puede promover el crecimiento anormal de vasos sanguíneos minúsculos. Su medida oscila entre 1 y 4 milímetros, con forma circular y uniforme aunque en relieve, y en algunos casos también pueden aparecer en los talones, axilas y las zonas genitales.
No hay que alarmarse ante la presencia de unos cuantos lunares rojos en la piel, siempre y cuando mantengan su tamaño, cantidad y color. Es decir, mientras no cambien su aspecto, especialmente de tamaño o textura (se tornan rugosos), forma y color y no superen cierta cantidad (de tres a cinco en una zona específica).
Si se trata de un lunar rojo que apareció de la nada pero que con el tiempo cambia su apariencia tornándose oscuro, deforme y más grande, entonces es necesario y obligatorio acudir al dermatólogo para que realice las pruebas recomendadas.
Si solo estás ante la presencia de los lunares rojos, lo mejor es que prestes atención a tu dieta, a los hábitos y estilo de vida y al cuidado de la piel en general.
Algunos consejos para prevenir su aparición
- Todas las pieles requieren protección, especialmente en esas épocas del año en las que el sol es más directo. Por lo que se recomienda el uso de bloqueadores solares de alto fps para cuidarla y evitar daños como el envejecimiento prematuro.
- Toma duchas de agua fría con más frecuencia de lo que sueles hacerlo, pues esto ayuda a que tu piel se mantenga tersa y protegida por más tiempo.
- A la hora de las comidas, piensa en aquellos alimentos que proporcionan nutrientes y todo lo necesario para mantenerte saludable. Es decir, procura alejarte de comidas grasientas, cargadas de condimentos, excesivamente azucaradas y altas en calorías pero bajas en vitaminas y minerales.
- Controla el consumo de alcohol y cigarrillos que suelen agregar toxinas al organismo y obligar al cuerpo a acumular pasivos saludables. Esto provoca daños que repercuten en la buena salud, especialmente en la etapa de madurez y vejez.
- Periódicamente limpia tus intestinos, hígado, páncreas y sangre. Consume abundante agua (al menos dos litros al día) y zumos naturales sin azúcar, infusiones y tés. Para depurar el organismo se puede tomar infusión de manzanilla, diente de león, canela o cola de caballo, entre otras.
- Consume ensaladas y verduras en mayor proporción que carnes, arroz, y trata de reducir la ingesta de harinas refinadas.