La determinación de ser madre responde a una decisión individual que puede variar de una mujer a otra. Sin embargo, hablando estrictamente en términos biológicos, la mejor edad para concebir es en torno a los 25 años, ya que las condiciones físicas durante este periodo son las más favorables para engendrar y dar a luz de manera saludable, sin mayores complicaciones.
Al igual que todas las células del cuerpo, los óvulos envejecen conforme la mujer avanza en edad, por lo que las probabilidades de un embarazo una vez superada la barrera de los 35 pueden llegar a disminuir considerablemente.
De hecho, la tasa de fertilidad a los 35 ronda el 10% por mes, mientras que a los 20 se encuentra en un 20-25%. Además, el riesgo en embarazos, como abortos u anomalías genéticas, es mayor. Se recomienda que, tras 6 meses de búsqueda activa de embarazo, se consulte con un especialista en fertilidad.
A los 40 años, la tasa de fertilidad está en torno al 5% al mes. Lo que significa que, con el aumento de la edad, la probabilidad de embarazo disminuye, por lo que las mujeres suelen tardar más en quedarse embarazadas.
Conforme avanzan los años, los días fértiles para quedar embarazada comienzan a disminuir, algo que dependerá también de factores genéticos, estilo de vida, estado general de salud, patrones alimentarios y otros temas involucrados.
Desarrollo personal y maternidad
Desde una perspectiva biológica, la mayoría de las investigaciones colocan como perfecto para la maternidad el rango entre los 25 y 29 años, ya que sería la época en la que se registra menor riesgo de complicaciones, tanto durante el embarazo como en el periodo posparto. Pero hay asuntos más personales que pueden intervenir en la planificación de un embarazo.
Por ejemplo, dentro de las sociedades occidentales se ha vuelto un tema bastante común el posponer la maternidad, una decisión que responde a la urgencia de priorizar otros aspectos de la vida como el desarrollo profesional. Además, el aspecto económico en la pareja y la necesidad de contratar seguros sanitarios o adquirir una vivienda adecuada son temas con mucho peso e influencia.
Para Melinda Mills, socióloga de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, la mejor edad para tener hijos en la actualidad “serían los 30 años o un poquito más”. A esta conclusión llega a partir de estudios que analizan el tema desde una perspectiva social y demográfica. De hecho, existen algunas ventajas de dejar la maternidad para más tarde.
Quizás la mejor respuesta es “cuando estés lista”, ya que no existe una regla universal que pueda o deba aplicarse en todos los casos. En líneas generales, la recomendación que se da en las sesiones de planificación familiar es analizar las condiciones particulares en las que se encuentra la persona o pareja, y los proyectos a medio y largo plazo para entonces decidir cuál sería el momento más adecuado.
Asuntos como el tamaño de la familia deseada o las condiciones económicas y de salud en la pareja, pueden llegar a ser determinantes. Por ejemplo, si el deseo es tener una familia de dos o tres hijos, deberían comenzar a intentarlo entre los 23-25 años; caso contrario, si quieren un solo descendiente, la decisión puede aplazarse hasta los 30 años.
En cualquier caso, es una decisión que la pareja debe tomar en conjunto, preparándose adecuadamente para el proceso con suficiente anticipación.
