Colon irritable

Colon irritable: ¿Qué es? Síntomas y tratamiento

El colon irritable, también se conoce como Síndrome del Intestino Irritable. Por consiguiente, se trata de un cuadro recidivante y crónico, caracterizado por cambios del ritmo intestinal y dolores abdominales.

Este padecimiento suele venir acompañado por dolores y estreñimiento. No obstante, no se experimentan alteraciones morfológicas a nivel intestinal ni problemas infecciosos que se justifiquen. El problema suele afectar la calidad de vida y el desarrollo a nivel social, laboral, físico, entre otros.

¿Qué es el colon irritable?

La patología del colon irritable se engloba dentro del grupo de enfermedades que se relacionan con los trastornos digestivos. Está definido por la presencia de fuertes dolores intestinales, con épocas sin síntomas. Sin embargo, hay fases en donde no son tan intensas las molestias.

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Por otra parte, se asocia con alteraciones a nivel del ritmo intestinal, suscitándose periodos de hinchazón, distensión, diarrea, entre otros. También se conoce como colitis espástica, colon espástico o colitis nerviosa.

Causas desencadenantes       

Hasta el presente, no se han desarrollado mecanismos para validar los criterios y el diagnóstico de la sintomatología. Sin embargo, de manera general, lo más demostrado y aceptado es que pueden existir alteraciones de la sensibilidad digestiva. Los cuales, están influenciados por diversos factores que implican la barrera intestinal microbiota o la flora intestinal.

Por otra parte, también se proponen otras alteraciones que pueden influir en este padecimiento como intolerancias, alteraciones hormonales, gastroenteritis, entre otros. Algunos estudios determinaron que pudiesen relacionarse con situaciones desencadenantes de estrés. Como resultado, se adquieren malos hábitos alimenticios, que ocasionan trastornos gastrointestinales.

Síntomas del colon irritable

Los principales síntomas del colon irritable son distensión y dolores persistentes, así como alteraciones del ritmo intestinal. Para definir un poco mejor la sintomatología de la enfermedad se detalla de la siguiente manera:

Dolores abdominales

Este tipo de padecimiento suele ocasionar molestias localizadas y difusas en la zona del abdomen inferior. Asimismo, casi siempre se asemeja a un cólico punzante u opresivo no irradiado, con intensidad desde leve hasta fuerte. La aparición de este malestar es por alrededor de dos horas y se alivia después de la defecación.

El periodo de inicio está asociado con los deseos de hacer evacuaciones. Así como también, con los cambios de consistencia de las deposiciones y sus lapsos de frecuencia. Es por ello que, después de la ingesta de un alimento no soportado por el organismo, los síntomas se manifiestan de inmediato.

Alteración del ritmo intestinal

Los problemas a nivel del ritmo intestinal se manifiestan con predominio de la diarrea, el estreñimiento, o ambos casos. Dichos inconvenientes de distensión son desarrollados de manera progresiva y ocasionan grandes cantidades de gases. Estos síntomas suelen aparecer acompañados de náuseas, ardor torácico, vómitos, entre otros.

Otros síntomas

Las personas con este problema también experimentan presencia de mucosidad en sus deposiciones. De igual forma, evacuaciones incompletas. En ciertos momentos se manifiestan decaídas, y no necesariamente tiene que existir algún padecimiento orgánico que lo produzca.

Cómo prevenir el colon irritable

Con la ayuda de una alimentación balanceada se puede prevenir padecer del síndrome del colon irritable. Por consiguiente, es recomendado propiciar el consumo de comidas con alto valor nutritivo, sin grasas y ricas en fibras y proteínas. Un ejemplo de ello puede ser seguir patrones alimentarios como los que se indican en la dieta mediterránea.

Asimismo, también existen alimentos que generan gases incontrolables como col, frutos secos, legumbres o bebidas alcohólicas. Por ello, los pacientes diagnosticados deberán evitar su consumo por completo y así no enfrentarán las molestias y los dolores que generan. Es importante recordar que cada dieta es personalizada, y solamente el médico podrá indicar lo mejor para cada caso.

Diagnóstico y tratamientos

Para diagnosticar el colon irritable se realizan estudios minuciosos del historial clínico. En ese sentido, el médico podrá orientarse y permitir tratar la afección de manera específica.

Entre estas pruebas adicionales se pueden incluir:

  • Exámenes de sangre.
  • Análisis de heces y de orina.
  • Estudios radiológicos en el área del abdomen con contraste y sin contraste.
  • Sigmoidoscopia, colonoscopia y ecografías.

Dichos análisis se realizan dependiendo de la edad y los síntomas del paciente. En todos los casos, solamente los expertos determinarán cuál es la mejor prueba para cada tipo de diagnóstico.

El paciente y el médico deben tener una buena relación para favorecer la evolución y disminuir la cantidad de consultas. No se tienen que desestimar ninguna de las molestias presentadas. Luego de que se determine el diagnostico, el especialista proporcionará el tratamiento más adecuado.  Por consiguiente, se mencionan los más comunes:

Fibra

Para tratar el colon irritable se recomienda consumir una gran cantidad de fibra, como la insoluble donde está el salvado de trigo. También, la soluble (psilio,  ispágula). Hasta el momento, ya ha sido estudiado los efectos de las diversas fibras en los intestinos irritables. En los cuales, se apreció que con la fibra soluble se mejora la sintomatología, exceptuando los dolores y la distensión. No obstante, con la insoluble no se notó alguna mejoría significativa.

Antidiarreicos

Son medicamentos que se administran en ciertos casos en donde el síntoma primario es la diarrea. Entre estos grupos predominan la codeína, las resinas de intercambio iónico y la loperamida.

Espasmolíticos

Este tipo de medicación actúa en la superficie del tubo digestivo, específicamente en la fibra muscular. La mayoría de las veces, los tratamientos de este tipo mejoran los dolores abdominales considerablemente.

Receptores de serotonina

Dichos tratamientos reducen la sensibilidad intestinal y estimulan la motilidad digestiva. Por ello, son ideales para mejorar los dolores. Sobre todo, cuando son intensos y afectan el tránsito del intestino. Además, son indicados cuando existen estreñimientos y no existe respuesta frente a otra medicación. En la actualidad, se comercializa bajo el nombre de prucaloprida, y solo es recetada en casos seleccionados.

Antidepresivos

Permiten modular la percepción del dolor. Sobre todo, a nivel central. Además, reducen la hipersensibilidad rectal, producida por los altos niveles de estrés. Hoy en día, existen varios tipos de antidepresivos como los tricíclicos en donde están los ISRS y la amitriptilina. Los mencionados fármacos son favorables para mejorar la motilidad y regular la sensibilidad visceral.

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