Como parte de los análisis regulares de sangre, se realizan pruebas diagnósticas para evaluar la función del órgano mas grande, y uno de los mas importantes del cuerpo, el hígado. Las transaminasas son una familia de enzimas hepáticas, de acción en el metabolismo intracelular, encargadas de regular y mediar la catálisis de una serie de reacciones típicamente hepáticas, algunas de las cuales se llevan también a cabo en otros tejidos de distintas zonas del cuerpo. Entre los otros órganos del cuerpo donde se expresa la actividad intracelular de las transaminasas están el corazón, los riñones y los músculos.
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Tipos de transaminasas
El número que arroja la valoración de las transaminasas en el hemograma refleja el estado de salud del hígado y la idoneidad de sus funciones. En los análisis de sangre, estos valores que aporta la prueba de transaminasas suelen verse reflejados bajo los acrónimos:
- La ALT (alanina aminotrasferasa), equivalente a TGP, GPT o SGPT (glutamato-piruvato transferasa)
- La AST (aspartato aminotransferasa), o por sus siglas alternativas TGO, GOT o SGOT (glutamato-oxalato transferasa)
Su alteración, por la elevación sobre los valores considerados como estándares normales de la prueba, indica que hay desviaciones en la función hepática sobre las cuales hay que actuar. De estas dos enzimas, la elevación del valor de la alanina aminotransferasa (ALT) es el que se considera mas efectiva como indicadora de un problema hepático potencial.
Valores normales y valores alterados
Las transaminasas se consideran en concentración normal si su valor en la prueba sérica oscila en valores ligeramente diferentes entre hombres y mujeres, y entre el valor calibrado para la ALT y la AST, como sigue:
- Para la ALT, se consideran valores normales entre 10 y 40 UI/ml (UI= Unidades Internacionales) en los hombres y entre 7-35 UI/ml en las mujeres. Los valores por encima de ese intervalo se consideran alterados y son indicio de un proceso inflamatorio o de toxicidad en el hígado cursado con la destrucción por apoptosis de los hepatocitos (células hepáticas).
- Para la AST, se consideran valores en rango normal entre 8 y 40 UI/ml, en los hombres, y entre 6 y 34 UI/ml para las mujeres.
A manera de ejemplo, la alteración de los niveles de transaminasas en sangre producto de una hepatitis A o de un proceso de dengue, puede llegar a elevarse sobre niveles que arrojen valores séricos de mas de 3000 UI/ml, indicando el proceso inflamatorio y la apoptosis celular (muerte celular) que se desarrolla como consecuencia del ataque de ambos virus sobre los hepatocitos (células hepáticas).
Elevación de los niveles de transaminasas en sangre
- El incremento de los niveles de transaminasas séricas no constituye por si solo un elemento diagnóstico de patología hepática, pues la acción transitoria de un tratamiento temporal con ciertos medicamentos, o el efecto transitorio de un tóxico circunstancial al que hemos estado expuestos, por ejemplo, puede también elevar temporalmente los niveles de transaminasas en sangre.
- Por ello, es conveniente repetir el análisis a manera de prueba seriada con unos cuantos días de distancia entre si, además de complementar dicha prueba con análisis de niveles de bilirrubina, albúmina, y de las enzimas fosfatasa alcalina y gammaglutamil transferasa.
- Aparte de los factores condicionantes anteriores, también puede haber ciertos elementos de la dieta, así como el consumo de alcohol, drogas y un estilo de vida estresante, que pueden influir en la elevación moderada a importante de los valores de transaminasas séricas.
Enfermedades que elevan el nivel de transaminasas sanguíneas
Por acción de agentes patógenos
- Hepatitis virales A y E (a partir de contacto o ingestión de alimentos contaminados)
- Hepatitis B, C y D (a partir de intercambio de sangre o de secreciones corporales infectadas)
- Mononucleosis de Epstein-Barr
- Citomegalovirus
- Salmonelosis
- Parvovirosis
- Toxoplasmosis
- Herpes
- Adenovirus
- Varicela-zóster
Por la acción de agentes químicos
- Hepatitis citotóxica (por ingesta o exposición a químicos dañinos para los hepatocitos)
- Hepatitis medicamentosa (es un tipo particular de hepatitis citotóxica), particularmente común por estar asociada con el efecto de algunos antiinflamatorios, antibióticos y antineoplásicos
- Drogadicción (se puede considerar una forma particular de hepatitis citotóxica)
- Alcoholismo (se puede considerar una forma especial de hepatitis citotóxica)
Enfermedades hepatobiliares características
- Colestasis
- Colestasis neonatal intrahepática
- Atresia biliar
- Síndrome de Alagille
- Quiste del colédoco
Enfermedades de diferentes orígenes orgánicos
- Hepatitis autoinmune
- Enfermedad tiroidea sistémica (tanto hipo como hipertiroidismo, y tiroiditis de Hashimoto)
- Hepatitis isquémica
- Hígado graso (esteatosis hepática)
- Cirrosis
- Fibrosis quística del páncreas
- Litiasis biliar (cálculos biliares)
- Anemia hemolítica
- Hemocromatosis (acumulación excesiva de hierro)
- Colagenosis
- Macrotransaminasemia
- Déficit de la α1 antitripsina (A1AT)
- Enfermedad de Wilson
- Síndrome de Budd-Chiari
- Enfermedad de Gaucher
- Enfermedad de Nieman-Pick
- Neoplasias (crecimientos tumorales como hepatoblastoma y neuroblastoma)
- Patologías metabólicas (porfiria, galactosemia, glucogenosis, etc.)
- Infarto al miocardio
- Miopatías
- Lesiones musculares
- Lesiones renales
- Enfermedad celíaca
- Trauma obstétrico durante el parto
- Cromosomopatías (alteraciones cromosómicas expresadas fenotípicamente)
- Intolerancia a las proteínas de la leche (particularmente a la de vaca)
- Nutrición parenteral durante periodos prolongados
Recomendaciones para reducir los niveles de transaminasas sanguíneas
Son todas aquellas acciones de vida saludable que contribuyan a aligerar la función depurativa del hígado, evitando su congestión e inflamación, con el riesgo consecuente de muerte celular y la elevación de las transaminasas:
- Moderación en el consumo de bebidas alcohólicas
- Moderar el hábito tabáquico
- Realizar actividad física, al menos moderada
- Evitar la obesidad
- Beber al menos 2 litros de agua al día (contribuye a la hidratación y acción depurativa propia del hígado)
- Evitar los alimentos procesados
- Evitar el consumo excesivo de grasas
- Moderar el consumo de sal y azúcares
- Incrementar la ingesta de frutas y verduras, particularmente crudas
- Cocinar con preferencia al vapor, hervido o a la plancha
- Evitar las frituras
- Consumir infusiones beneficiosas para la depuración hepática (boldo, cardo mariano)