La hipoacusia, definida como la imposibilidad parcial, total, temporal o definitiva de escuchar, es una patología que puede presentarse en cualquier momento de la vida, aun cuando esté relacionada con la edad.
En este artículo encontrarás los principales síntomas de la hipoacusia, así como los tipos, causas y tratamiento para cada uno, debido a la frecuencia con la que se presenta y a que el diagnóstico amerita una auscultación exhaustiva, pues, dependiendo de cuál es el origen habrá un protocolo específico para la atención.
Además de los tipos, existen niveles de sordera, que van de leve, moderada, severa, hasta la profunda, y pueden ser en uno o en los dos oídos.
Contenido
Una persona con hipoacusia puede experimentar:
- Sensibilidad auditiva, es decir, sentir sonidos fuertes en cualquiera de los oídos.
- Afectación de ambos oídos en espacios ruidosos.
- Cierta incapacidad de distinguir algunos sonidos que son similares.
- Dificultad para entender algunas conversaciones, especialmente cuando hablan varias personas.
- Sensación de tener cubierto el pabellón de la oreja.
- Sentir que escucha la voz en la lejanía aunque la persona que habla esté cerca.
- Sentir que pierde el equilibrio.
- Sentir cierta presión en los oídos.
- Sensación de oídos tapados o con líquido en el interior.
- Escuchar un zumbido permanente o esporádico (tinnitus).
Causas generales
Existen algunas razones generales por las cuales se puede padecer de hipoacusia o sordera, que pueden ir desde de las más sencillas a las más complejas, de allí la importancia de realizar un diagnóstico preciso, constatar la gravedad y asignar un tratamiento adecuado y oportuno.
Así mismo, de acuerdo con el tipo de sordera que se padezca, lo cual veremos más adelante, existen causas particulares por las cuales se origina.
Entre estas razones están:
- Abundancia de cerumen en el oído externo.
- Daño producido en los huesos ubicados detrás del tímpano.
- Presencia de líquido en el oído luego de haber superado una infección u otitis.
- Objeto o partícula que se haya introducido en el conducto auditivo.
- Tímpano roto debido a un ruido excesivamente fuerte cerca del oído (gritos, disparos, explosiones), cambio brusco de presión, una lesión en el oído por infección, cachetada o golpe en la cara cerca del oído, la introducción de hisopos o cualquier otro objeto puntiagudo para limpiarlo.
Tipos de hipoacusia
Existen tres tipos de sordera o hipoacusia:
- Hipoacusia neurosensorial: puede aparecer por una lesión del oído interno y por la pérdida neural, es decir, pérdida o desgaste del nervio auditivo; ocurre al haber lesión, no funcionar adecuadamente o estar muertos los terminales nerviosos o células pilosas, que se encargan de transmitir el sonido mediante el oído. Este daño, por lo general, es irreversible.
La sordera neurosensorial puede aparecer debido a:
- Edad avanzada
- Presencia de un neuroma acústico (tumor benigno que crece en el nervio que enlaza oído y cerebro).
- Infecciones ocurridas durante la infancia como parotiditis, meningitis, sarampión, entre otras.
- Frecuente exposición a ruidos altos.
- Uso de ciertos medicamentos.
- Hipoacusia conductiva: es la que se origina en el oído medio y externo y puede ser causada por infecciones u otitis en el oído medio, la presencia de un tumor benigno, perforación del tímpano, malformaciones en esta zona del oído y algún traumatismo causado por golpes o accidentes.
- Hipoacusia mixta: es una combinación de la hipoacusia neurosensorial y conductiva, y significa que existen daños tanto en el oído medio o externo y en el oído interno, y la profundidad de la sordera puede ser de moderada a profunda. Quienes padecen de hipoacusia mixta perciben los sonidos con bajo volumen y les cuesta entender o seguir una conversación.
Hipoacusia en neonatos
La hipoacusia puede ser congénita, por lo que algunos neonatos pueden presentar esta patología; sin embargo, tanto los padres como el propio pediatra suelen descubrirla durante el cuarto o quinto mes de vida. Puede ser causada por:
- Infecciones que haya sufrido la madre durante el embarazo
- Tratamientos médicos que hayan afectado el sistema inmunológico
- Malformaciones en la estructura del oído
Otras causas de lesión en el oído y de la aparición de hipoacusia son:
- Las diferencias bruscas o lentas de presión entre la parte externa e interna del oído medio, motivado a presurización de la cabina del avión, buceo, montañismo, etc.
- Lesiones en el cráneo por fractura que afectan tanto la estructura como los nervios del oído.
- Contusiones por ruidos estruendosos producidos por fuegos artificiales, disparos, explosiones, uso de audífonos, conciertos de rock, entre otros.
¿Cómo saber si padecemos de hipoacusia?
Los primero que se debe determinar es qué actividad hemos realizado para sentir un cambio en la audición, como asistir a un concierto, haber estado cerca de una explosión, si hemos sufrido alguna caída, accidente o traumatismo, infecciones en el oído, y tener presente que alguna de ellas pudo haber originado la hipoacusia. Sin embargo, nada estará claro hasta tanto el especialista haya hecho el examen y diagnosticado, mediante pruebas auditivas, que ha disminuido o desaparecido la calidad de la percepción auditiva.
Tratamiento
Dependiendo de la causa y de la severidad de la pérdida de la audición, servirá como tratamiento:
- Eliminar el tapón de cera del oído succionándolo con los instrumentos adecuados.
- Cirugía para corregir anomalías del tímpano o de los osículos, mediante la inserción de pequeños tubos para drenar los oídos.
- Uso de audífonos, en caso de que la hipoacusia sea producto de una lesión en el oído interno.
- Implantes cocleares, cuando la pérdida de la audición es grave y los audífonos no favorecen ni mejoran la audición. Este implante funciona directamente en el nervio auditivo, ya que transforma todos los sonidos en impulsos eléctricos que activan las fibras nerviosas de la cóclea a gran velocidad y de forma continua; el nervio transmite las señales eléctricas al cerebro que se encarga de interpretarlas como sonidos.
- Las prótesis auditivas son otra opción de tratamiento, pues amplifican los sonidos. En el mercado existen varios tipos de prótesis auditivas con componentes parecidos, como son una pequeña pila que da energía al aparato, un micrófono que captura los sonidos del ambiente, un pequeño amplificador que se encarga de aumentar el volumen de los sonidos y el altavoz que envía el sonido al oído externo.
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