TAC

Estas son las enfermedades que se pueden detectar con un TAC

La tomografía axial computarizada (TAC), es una prueba de diagnóstico por imágenes que ha revolucionado el diagnóstico médico desde su creación en 1972, pues proporciona una visión detallada del cuerpo humano, incluyendo órganos internos, huesos, tejidos blandos y vasos sanguíneos.

Eso se logra utilizando una avanzada tecnología de rayos X conectada a un computador, lo cual permite generar imágenes transversales detalladas de estructuras anatómicas. Gracias a la información proporcionada, los profesionales de la salud tienen la oportunidad de realizar diagnósticos más acertados al visualizar la morfología interna de órganos y tejidos.

¿En qué consiste una tomografía axial computarizada (TAC)?

El procedimiento funciona de una forma muy similar a cualquier otro estudio de rayos X. Durante un estudio de rayos X convencional se dirige una pequeña cantidad de radiación hacia la zona de análisis, capturando la imagen en una placa especial.

No obstante, durante la exploración por TAC, diversos rayos X junto a un conjunto de detectores electrónicos rotan alrededor del paciente, midiendo la cantidad de radiación que absorben los tejidos, mientras un programa informático que procesa los datos obtenidos para crear imágenes transversales y bidimensionales de su cuerpo.

Por lo general, un TAC se realiza en unos 10 minutos, pero este tiempo puede variar dependiendo del caso.

¿Qué enfermedades puede detectar una TAC?

La importancia de realizar una Tomografía Axial Computarizada (TAC) radica en su capacidad para facilitar el diagnóstico de una amplia lista de condiciones médicas. Para la eficacia del estudio, este debe realizarse a manos de Técnicos Especialistas en Radiodiagnóstico, como los de los centros de Affidea.es.

Esta técnica permite una evaluación minuciosa de estructuras anatómicas clave, identificando anomalías, tumores, lesiones y otras patologías con una precisión sin precedentes, entre las cuales se incluyen:

  • Derrame cerebral, para lo cual se utiliza una técnica denominada Perfusión por TAC.
  • Malformaciones del cráneo.
  • Tumores cerebrales.
  • Sangrado, lesiones cerebrales y fracturas del cráneo, cuando el paciente ha sufrido golpes en la cabeza.
  • Sangrado ocasionado por aneurismas, en pacientes que manifiestan dolores de cabeza repentinos.
  • Coágulos de sangre o sangrados en el cerebro en pacientes que han presentado síntomas de un derrame cerebral.

También resulta útil en las siguientes situaciones:

  • Planificar una terapia de radiación en casos de pacientes con cáncer cerebral o cáncer en otros tejidos del cuerpo.
  • Determinar la presencia de inflamación en los senos paranasales.
  • Realizar una evaluación que permita conocer el nivel de daño en huesos y tejidos blandos en pacientes que han sufrido traumatismo facial. Esta información es necesaria para planificar una reconstrucción quirúrgica.
  • Planificar la radioterapia en pacientes con cáncer cerebral o cáncer en otros tejidos.
  • Evaluar aneurismas y malformaciones arteriovenosas, utilizando una técnica denominada Angiografía por TAC.

Todo el procedimiento se desarrolla de forma rápida, sencilla e indolora. El TAC implica que el paciente deberá permanecer inmovil durante varios minutos, lo cual puede resultar estresante para la mayoría de las personas.

En caso de presentar ansiedad, estrés, nerviosismo o dolores, el técnico a cargo del estudio puede administrar algún medicamento que le ayude a tolerar el examen por orden y dirección del médico a cargo.

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