Usar lentillas ha transformado la vida de millones de personas que prefieren evitar gafas o someterse a cirugías correctivas. Sin embargo, dormir con lentillas, algo que muchos han hecho al menos una vez por descuido o comodidad, puede tener efectos adversos significativos en la salud ocular. Aunque algunas lentillas están diseñadas para uso prolongado, los especialistas recomiendan tener precaución y limitar esta práctica. A continuación, se detalla lo que ocurre en tus ojos cuando decides dormir sin retirar las lentillas.
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La falta de oxígeno en la córnea
La córnea, la parte transparente del ojo que permite el paso de la luz, no tiene vasos sanguíneos propios y depende del oxígeno del ambiente para mantenerse saludable. Las lentillas actúan como una barrera que limita la cantidad de oxígeno que llega a la córnea. Durante el día, el parpadeo y el movimiento ocular permiten que entre algo de oxígeno. Sin embargo, cuando estás dormido, el flujo de oxígeno disminuye aún más, ya que los ojos están cerrados y las lentillas siguen bloqueando la circulación de aire.
Este déficit de oxígeno, conocido como hipoxia corneal, puede provocar enrojecimiento, sequedad y, en casos graves, daño en los tejidos de la córnea. Las consecuencias pueden volverse crónicas si esta práctica se repite con frecuencia.
Mayor riesgo de infecciones
Dormir con lentillas aumenta significativamente el riesgo de infecciones oculares, como la queratitis microbiana, una inflamación de la córnea causada por bacterias, hongos o parásitos. Esto sucede porque las lentillas pueden acumular depósitos de suciedad, proteínas y microorganismos a lo largo del día. Cuando no se retiran durante la noche, estos agentes patógenos encuentran un entorno perfecto para proliferar debido a la falta de oxígeno y humedad excesiva.
La queratitis no solo es dolorosa, sino que también puede dejar cicatrices en la córnea, afectando permanentemente la visión si no se trata a tiempo. En casos extremos, esta infección puede requerir trasplantes de córnea o, incluso, llevar a la pérdida total de la visión en el ojo afectado.
Irritación y resequedad ocular
Al dormir con lentillas, los ojos no pueden descansar adecuadamente, lo que provoca irritación y sensación de sequedad al despertar. Las lentillas, especialmente las desechables diarias o las que no están diseñadas para uso prolongado, absorben parte de la humedad del ojo, causando incomodidad y sensación de cuerpo extraño.
Además, la falta de lubricación natural durante el sueño puede hacer que las lentillas se adhieran más a la córnea, dificultando su extracción por la mañana. En algunos casos, intentar retirarlas puede causar pequeñas abrasiones en la superficie del ojo, aumentando el riesgo de infecciones.
Desarrollo de úlceras corneales
Una de las consecuencias más graves de dormir con lentillas es el desarrollo de úlceras corneales, que son heridas abiertas en la córnea. Estas lesiones pueden ser extremadamente dolorosas, causar sensibilidad extrema a la luz y, en algunos casos, dejar cicatrices permanentes que afectan la visión.
Las úlceras suelen ser consecuencia de infecciones mal tratadas o por el daño continuo que las lentillas pueden causar al tejido ocular cuando no se usan adecuadamente. Por esta razón, es fundamental actuar con rapidez si se presenta dolor intenso, visión borrosa o enrojecimiento persistente tras dormir con lentillas.
¿Qué hacer si duermes con lentillas por accidente?
Si olvidaste retirar tus lentillas antes de dormir, es importante tomar medidas para evitar complicaciones. Sigue estas recomendaciones básicas:
- Retira las lentillas con cuidado: Si sientes que están secas o adheridas al ojo, utiliza gotas lubricantes o solución salina para hidratarlas antes de quitarlas.
- Deja descansar tus ojos: Evita usar lentillas durante al menos 24 horas para permitir que tus ojos se recuperen.
- Consulta a un especialista: Si experimentas molestias, enrojecimiento, dolor o cambios en la visión, busca atención médica inmediata.
Cómo prevenir problemas al usar lentillas
La prevención es clave para mantener la salud ocular y evitar los riesgos asociados con dormir con lentillas. Estas prácticas te ayudarán a cuidar tus ojos:
- Sigue las recomendaciones del fabricante: Usa tus lentillas solo durante el tiempo indicado y evita exceder su vida útil.
- Elige lentillas adecuadas: Si necesitas usar lentillas por largos periodos, consulta a tu oftalmólogo sobre opciones de uso prolongado aprobadas para dormir.
- Mantén una rutina de limpieza rigurosa: Lávate las manos antes de manipular las lentillas, limpia y desinfecta tus lentes correctamente y cambia el estuche regularmente.
- Da un respiro a tus ojos: Usa gafas al menos un par de días a la semana para permitir que tus ojos descansen.
Dormir con lentillas puede parecer inofensivo, pero los riesgos asociados pueden tener consecuencias graves para la salud ocular. Cuidar de tus ojos comienza con pequeños hábitos diarios y la disciplina de seguir las recomendaciones de tu oftalmólogo. Tus ojos son irreemplazables, y priorizar su bienestar siempre será la mejor decisión.