Tos productiva

Cómo podemos ayudar a la tos productiva

Aunque pueda parecer lo contrario, la tos es tu aliada. A pesar de que la tos persistente puede ser muy molesta, hasta el punto de entorpecernos en el desarrollo normal de nuestras tareas diarias, lo cierto es que la tos es un mecanismo de defensa de nuestro organismo. Gracias a la tos, podemos expulsar más fácilmente los agentes externos, despejando las vías respiratorias de polvo o patógenos infecciosos.

Si atendemos a la definición clínica, la tos es una maniobra respiratoria brusca y explosiva con la que el cuerpo trata de despejar las vías respiratorias. Fisiológicamente podemos distinguir tres fases: primero se inspira para abrir la glotis, después se contraen los músculos respiratorios para cerrar la glotis, y finalmente la glotis se vuelve a abrir bruscamente para expulsar el aire que retenían los pulmones.

La tos es un mecanismo reflejo, hasta el punto de que en muchas ocasiones tosemos sin darnos cuenta. Ahora bien, también se puede provocar o inhibir. Se produce cuando se estimula los receptores tusígenos de la mucosa que tenemos en los bronquios, la tráquea o la laringe. A su vez, esa estimulación ocurre también cuando se acumula mucho moco en la superficie, o ésta se seca, se enfría o se irrita por la acción de alguna sustancia.

Hay quien señala que la tos viene a ser el “perro guardián” de los pulmones, puesto que puede indicar que hay algo que no va del todo bien en nuestras vías respiratorias.

¿Para qué sirven los mucolíticos?

En cuanto a la tos hay que distinguir entre la tos productiva y la improductiva, haciendo referencia a la expulsión o no de mucosidad. La improductiva suele deberse a una irritación producida por causas diversas (sobreesfuerzo de la laringe, contacto con sustancias irritantes, bacterias o virus). Para tratar la tos seca o improductiva, lo mejor es calmarla.

En cambio, la productiva (también llamada tos con mocos o tos grasa) tiene como función eliminar el moco o la flema. Al contrario que con la seca, nos conviene facilitarla ayudarla con medicamentos como Fluimucil para fluidificar las mucosidades y permitir que esta tos productiva ayude a expulsar el moco o flema del tracto respiratorio, facilitando la limpieza de los pulmones y mejorando la respiración. Es lo que se conoce como expectoración.

La tos productiva puede desarrollarse tras un episodio agudo de tos seca, que irrita las vías respiratorias hasta inflamarlas y producir moco. También puede deberse a un proceso infeccioso, ya sea agudo o crónico, que suele producirse como efecto de procesos gripales y catarrales. De esta forma, al pasar la gripe o un catarro, o al fumar, puede producirse un aumento en la producción y en la acumulación de mucosidad, que se pega a las paredes de las vías respiratorias dificultando la respiración. Por eso, es más común tener esta tos productiva por las mañanas.

La tos productiva no debe ser forzada ni reprimida. Se trata, como decíamos, de facilitar la expulsión de la mucosidad, y ese es el papel que juegan los mucolíticos, contribuyendo a la expectoración y mejorando nuestra respiración. Reducen la viscosidad de la secreción bronquial y facilitan la expulsión del esputo. Estos medicamentos se presentan en formato de jarabe, sobres o comprimidos efervescentes, así que conviene preguntar al farmacéutico cuál nos conviene más.

Ahora bien, si la tos se prolonga durante más de tres semanas, deberemos visitar a un médico.

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