Nuestro cuerpo suele enviar señales de alerta, y en algunas ocasiones pasamos por alto la salud de nuestros pies. Cualquier cambio podría ser indicio de afecciones, como es el caso del papiloma en el pie o verruga plantar. Es importante conocer qué es y cómo detectar esta condición para actuar de manera rápida y obtener resultados efectivos.
Entre las primeras señales de alerta de las verrugas plantares, se encuentra la aparición de lesiones dolorosas, con apariencia similar a un callo. Posiblemente, se encuentren en los talones o las zonas de los pies que resultan con mayor presión.
Un papiloma en el pie o verruga plantar puede ser motivo de preocupación. Lo cierto es que, generalmente, son inofensivas. Sin embargo, es necesario tratarlas para evitar la incomodidad y el dolor que ocasionan.
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Papiloma en el pie: ¿qué es y por qué salen las verrugas plantares?
Al papiloma en el pie, también se le conoce como verruga plantar. Consiste en una lesión de tipo cutánea que se va desarrollando en la planta del pie. Su causa está relacionada con una infección del virus del papiloma humano (VPH).
La apariencia de la lesión puede ayudarnos a determinar si se trata de verrugas plantares. Suelen ser protuberancias duras y ásperas que aparecen en la planta de los pies. De forma redonda, pequeñas manchas negras en el centro, o vasos sanguíneos coagulados.
La infección responsable del papiloma en el pie, el VPH, se propaga mediante el contacto directo con una piel infectada o aquellas superficies que han sido contaminadas. Por ejemplo: piscinas, duchas públicas.
Aquellas personas con más riesgo de contraer verrugas plantares son: adultos mayores, niños, e individuos con sistema inmunológico debilitado.
Síntomas del papiloma en el pie o verruga plantar
Para poder obtener un diagnóstico temprano, es importante prestar atención a la apariencia de las lesiones y los síntomas que acompañan al papiloma en el pie:
- Una verruga plantar se siente áspera y dura en la planta del pie. Puede confundirse con un callo, pero estas tienen puntos negros en el centro.
- Las verrugas plantares ocasionan molestias al caminar o al presionar la zona donde se encuentra la lesión.
- Otro de los síntomas del papiloma en el pie es la sensación de ardor o picazón.
- Es posible que se multipliquen; en los casos donde no se tratan a tiempo. Además, pueden extenderse a otras áreas del pie.
Aunque estos son los síntomas frecuentes, las personas pueden experimentar otras molestias. Por lo tanto, es recomendable acudir a un especialista para un análisis preciso.
Cómo quitar las verrugas plantares
Para quitar un papiloma en el pie, es necesario primeramente tener paciencia, ya que puede resultar un proceso largo. Entre las opciones comunes de tratamiento están:
- Medicamentos tópicos: Cuando aparecen verrugas plantares, los especialistas suelen recetar medicinas de uso tópico como ácido salicílico.
- Crioterapia: Otra de las opciones para curar el papiloma en el pie, es el método donde el nitrógeno líquido se utiliza para congelar la verruga, así destruye las células infectadas.
- Curetaje: Este procedimiento consta de una herramienta quirúrgica que sirve para raspar o cortar la verruga plantar. Se suele hacer bajo anestesia local y es común recurrir a este método en caso de lesiones grandes o persistentes.
- Láser: Las verrugas plantares pueden ser eliminadas con tratamientos con láser. La acción efectiva de este procedimiento se debe a que destruye las células infectadas, estimulando la respuesta inmunitaria.
Es fundamental destacar que cada tratamiento dependerá del paciente. Algunos casos requieren múltiples opciones, siendo necesario la evaluación de un especialista.
Papiloma en el pie, ¿es grave?
Una de las principales preocupaciones de esta afección es sobre la gravedad del papiloma en el pie. Lo cierto es que la aparición de verrugas plantares, en general, no representa un riesgo para la salud. Con frecuencia son tratadas con éxito.
Es importante tratar de forma temprana las lesiones, para evitar molestias al caminar y realizar actividades físicas. Otros riesgos asociados son las infecciones secundarias, producto de rascarse o cortarse.
Solo en algunos casos, el papiloma en el pie puede ser persistente: durar por un tiempo prolongado o necesitar tratamientos más agresivos. Ante cualquier señal de alerta, lo mejor es consultar a un especialista, quien dará un diagnóstico y tratamiento adecuado.