El apéndice es un delgado tubo sin salida, que mide aproximadamente entre 5 y 6 centímetros de largo. Está revestido de células linfáticas y cumple probablemente algún papel protector, pero tiene poco valor y en potencia supone todo un peligro. Si ocurre una infección bacteriana, esta estructura vestigial se inflama y aparece la llamada apendicitis, que incluso puede cortar su abastecimiento sanguíneo, matando los tejidos y causando gangrena.
Un apéndice infectado puede además reventar, propagando la infección a los órganos contiguos, ocasionando así una peritonitis. En ese sentido, la rápida y simple eliminación quirúrgica de un apéndice inflamado, evita normalmente estas complicaciones, sin perjudicar el funcionamiento del intestino. Por lo tanto, es de vital importancia que tengas conocimiento sobre las causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de la apendicitis, pero antes de explicar estos detalles debes conocer qué es y cuáles tipos se pueden presentar.
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¿Qué es la apendicitis?
Es una inflamación e infección del apéndice, situado cerca del punto donde se unen el intestino delgado y el colon, que genera dolor en el abdomen bajo derecho. Al principio el dolor puede ser leve, pero sin un pronto diagnóstico puede llegar a volverse más agudo y severo.
Cualquier persona puede padecer de apendicitis. Sin embargo, es más frecuente que ocurra en personas entre 10 y 30 años de edad. El tratamiento estándar es la extirpación quirúrgica del apéndice.
Tipos de apendicitis
Existen cuatro tipos de apendicitis, por los cuales el paciente puede llegar a pasar y son:
Apendicitis catarral
Ocurre cuando hay una obstrucción de la luz apendicular, debido a la acumulación de secreción mucosa.
Apendicitis flemonosa
Tiene lugar cuando la mucosa empieza a presentar pequeñas úlceras o cuando es irrumpida por bacterias.
Apendicitis necrótica
Ocurre cuando el proceso flemonoso se torna intenso y esto genera una distensión del tejido.
Apendicitis perforada
En esta etapa, las perforaciones ocasionadas por las pequeñas úlceras, se vuelven de mayor tamaño.
¿Por qué ocurre la apendicitis? ¿Cuáles son sus causas?
El interior del apéndice es un callejón sin salida, que se encuentra unido al intestino grueso. Como resultado, cuando el paso hacia el intestino grueso se cierra, el apéndice se inflama y es muy probable que ocurra una infección.
Si el apéndice infectado no se extirpa, puede colapsar, esparciendo la infección por todo el abdomen. En tal sentido, esto ocasionaría graves problemas de salud. Ahora bien, la obstrucción del conducto interno del apéndice, puede ocurrir por las siguientes razones:
Hiperplasia de folículos linfoides
Es catalogada la causa más frecuente. Además, ocurre cuando los folículos linfoides se infectan por un microbio, se inflaman, aumentan su tamaño y obstruyen el paso al intestino grueso.
Apendicolito o fecalito
Ocurre cuando la obstrucción es debido a la materia fecal que pasa a través del intestino grueso hacia el ano.
Cuerpos extraños
Es poco probable que ocurra, pero puede pasar que un cuerpo extraño digerido obstruya el paso de la luz apendicular.
Microorganismos y parásitos
Obstruyen directamente la luz apendicular e inflaman los folículos linfoides. Asimismo, el microorganismo frecuentemente encontrado es la yersinia.
Tumores
Es muy raro que originen una apendicitis, pero en caso de que tenga lugar, pueden ser del propio apéndice o del colon.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas más comunes de la apendicitis son:
- Dolor en el lado derecho, en la parte inferior derecha del abdomen.
- Náuseas y vómito.
- Dolor alrededor del ombligo, que se desplaza hacia la parte inferior derecha del abdomen.
- Dolor severo al realizar movimientos imprevistos. También, cuando caminas o toses.
- Pérdida del apetito.
- Fiebre leve, al comienzo del padecimiento. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza la fiebre se agrava.
- En algunos casos se puede presentar estreñimiento. En otros, diarrea.
- Inflamación abdominal.
- Flatulencias.
Existen otras condiciones que ocasionan síntomas similares por lo que, la apendicitis puede ser difícil de diagnosticar.
¿Cómo se realiza su diagnóstico?
El médico tratante puede llegar a un diagnóstico de apendicitis, por medio de las siguientes pruebas:
Examen físico
El paciente presenta una temperatura entre 37,5 °C y 38 °C en la etapa inicial de la enfermedad. A medida que avanza la temperatura suele ser superior a 38 °C. Durante el examen físico se realiza una exploración abdominal. El médico puede utilizar varias técnicas como lo son:
- El punto de McBurney, donde se marca una línea desde el ombligo hasta la punta del hueso pélvico derecho.
- Signo de Blumberg, durante el cual se presiona una zona del abdomen alejada del apéndice produciendo dolor.
- Extensión del muslo, el cual es un método usado cuando el apéndice está ubicado detrás del colon.
En los casos de peritonitis, el dolor es intenso con riesgo de shock séptico.
Exámenes de laboratorio
En el análisis de sangre, los pacientes con apendicitis suelen tener un recuento de leucocitos elevado, con aumento de neutrófilos. También, se suele realizar un análisis de orina.
Diagnóstico por imágenes
- Radiología: para el caso de apendicitis, se puede visualizar una dilatación de asas del intestino. Extrañamente, puede verse un fecalito calcificado en la fosa ilíaca derecha.
- Ecografía: en este estudio se puede apreciar el apéndice inflamado o líquido libre en el abdomen.
- Tomografía axial computarizada (TAC): es un método muy eficaz para el diagnóstico de apendicitis. Además, permite descartar otras patologías.
- Laparoscopia: este estudio se utiliza para los casos de un diagnóstico difícil de confirmar, como en el caso de mujeres embarazadas, personas obesas y ancianos.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
La apendicitis es tratada con una intervención quirúrgica llamada apendicectomía, donde se realiza la extirpación del apéndice inflamado. Esta intervención puede realizarse de dos formas: una es mediante una incisión en el abdomen. La otra es mediante un instrumento denominado laparoscopio, el cual permite realizar un orificio de menor tamaño.
Antes y después de este procedimiento, se debe administrar al paciente líquidos, antibióticos y analgésicos por vía intravenosa.
En el caso de que un apéndice infectado reviente ocasionando una peritonitis, el tratamiento también consta de una intervención quirúrgica. En este caso, el paciente necesitará un mayor tiempo de hospitalización. La finalidad es que los antibióticos puedan eliminar todas las bacterias esparcidas por el organismo.
Acciones preventivas
No existe una manera de prevenir la apendicitis. Sin embargo, gracias a las confiables pruebas de diagnóstico y a los medicamentos que actualmente disponemos, la gran mayoría de los casos son detectados a tiempo y tratados sin complicaciones.No obstante, los especialistas recomiendan seguir una dieta equilibrada. Además, evitar consumir grasas de origen animal. También, azúcar refinada, embutidos y lácteos para disminuir el riesgo a padecerla